¡Qué alegría!
Me he ido a poner frente al ordenador para contar de qué ha ido la reunión de hoy, plantear los ejercicios de la semana entrante, recordar los deberes de cada uno y ¡sorpresa! ya había gente que comenzó el baile. ¡Me alegra mucho!, porque además era una de las cosas que os pedí esta mañana en la reunión: que siguierais manteniendo la dinámica a pesar de que voy a estar cuatro días fuera.
Bueno, hemos planteado trabajar hoy el Estado tipo "Feliz" y hemos dicho de hacer una descripción lo más detallada posible según la explicación que nos ha dado Carmen y que después nos ha mostrado en la práctica con el correo que ha enviado contando su experiencia de estado de felicidad.
Gracias Carmen, ha quedado francamente ilustrativa, detallada y poética (¡qué fresquito más bueno que hace en tu casa!. Es que lo he sentido tal como lo leía)
Aunque, francamente, para poeta, Chus. ¡Que bonita poesía!
Quiero agradeceros las referencias bibliográficas que habéis enviado, pero os recuerdo que queda una pendiente: "Adictos a la justicia". Así quien se haya comprometido, que diga autor y editorial. Se agradecerá una breve reseña sobre su contenido.
Al final de este correo os remito el cuadro de los ejercicios para esta semana, así que manos a la obra, que mañana toca estado tipo "triste".
Bien, voy a "reportar" mi ejercicio de hoy: experiencia tipo "Feliz".
Pues resulta que he ido a mi acupuntora saliendo en mi moto a las 16:00 de casa, un calor que creo no recordar anteriormente en mi experiencia vital. ¿A que en la moto lo que se siente es airecito fresco? pues no, he hecho todo el viaje como si estuviese detrás de la turbina de un avión recibiendo todo el calor que genera la misma. ¿Esa sensación que sientes cuando vas andando por la calle y un aparato de aire acondicionado de un establecimiento te pega un bufido de calor? Pues muchísimo más fuerte, de frente y permanentemente. Haced la prueba la próxima vez que paséis por delante de uno de esos aparatos de aire acondicionado: paraos, poneos de frente a el y aguantad un rato.... Pues eso ha sido mi viaje a la acupuntora (y más).
Afortunadamente, mi acupuntora me quiere mucho y me ha colocado en una habitación con un bonito ventilador de madera en el techo, un cómodo colchón y musiquita relajante ¡bendita sea!. Le he contado lo de mi infección y me ha hecho un tratamiento adicional (creo), y al salir de la consulta he visto que sentía menos el calor (claro, después del repaso que me ha dado de moxibustión, quién no), tenía más energía, con ganas de hacer cosas y ciertamente con una especie de saborcillo a alegría, aunque ya esta mañana (ahora que recuerdo, incluso anoche) ya reí en algún momento con cierto nivel de soltura, dejándome llevar por el humor de as cosas.
He llegado a casa con ganas de hacer ese bautismo de buceo que se me resistió el domingo, así que mi hijo y yo hemos cogido el "baña", las aletas, las gafas de buceo, la moto -por cierto, ahora me doy cuenta de que he hecho una conducción muy alegre, sobre todo en las curvas-, y en 15 minutos en la "pila bautismal". Allí nos estaba esperando monseñor Emilio, que tras darnos el debido doctrinamiento, las consabidas amonestaciones y las no nada desdeñables indicaciones hemos sumergido nuestros cuerpos en un agua dulcemente tibia (para nuestros cuerpos, pero refrescante para la temperatura que disfrutábamos en esos momentos).
Ha sido una experiencia que no habíamos tenido nunca ni mi hijo ni yo y hemos disfrutado un montón, y a pesar de que ha sido poco tiempo no veas la buena sensación que nos ha dejado. Hemos tenido, al principio, problemas con tragar agua, pues se nos metía la misma por el tubo de respiración, pero una vez entendido, más o menos, el funcionamiento, hemos empezado a degustar el buceo, observando la geografía del fondo marino, con sus rocas(montes) y sus algas(bosques), con sus peces(aves) y algún erizo(erizo). Si la observación la hacíamos de cara al sol, se veía cómo entraba la luz del sol en el agua haciéndole perder su turbidez y daba vida a aquel espectáculo de rocas, algas y peces.
Lo de las aletas es un invento genial. Te mueves a una velocidad increíble y no te cansas. ¡Y no veas a la hora de bucear!, resulta que nunca había conseguido bucear bajo al agua "a pelo" pues el cuerpo emergía por sí sólo rápidamente y con las aletas te mueves por debajo del agua como un pez y has de buscar la salida hacia arriba pidiendo aire, que te asfixias.
¡Qué momento! No dolía nada, no existía infección, ni colitis ulcerosa, ni preocupación alguna (la moto, allí, abandonada, con las alforjas llenas de toallas, ropa, las mismas llaves de la moto, las llaves de casa, la documentación, las tarjetas de crédito, el dinero, ... ¡¡puag!! ... , ni una sola mirada, ni un mínimo pensamiento).
Como habíamos llegado tarde y estaba algo turbia el agua, al ocultarse el sol en la zona que estábamos, ha dejado de verse bien el fondo marino y hemos salido, pero con la sensación de:lo bueno y breve, dos veces bueno.
Lo bonito, sobre todo, ha sido compartir las mismas sensaciones con mi hijo, que también ha quedado maravillado de la experiencia
Pues sí, ha sido mi experiencia feliz del día.
Mañana más.
Buenas noches.
Angel
Me he ido a poner frente al ordenador para contar de qué ha ido la reunión de hoy, plantear los ejercicios de la semana entrante, recordar los deberes de cada uno y ¡sorpresa! ya había gente que comenzó el baile. ¡Me alegra mucho!, porque además era una de las cosas que os pedí esta mañana en la reunión: que siguierais manteniendo la dinámica a pesar de que voy a estar cuatro días fuera.
Bueno, hemos planteado trabajar hoy el Estado tipo "Feliz" y hemos dicho de hacer una descripción lo más detallada posible según la explicación que nos ha dado Carmen y que después nos ha mostrado en la práctica con el correo que ha enviado contando su experiencia de estado de felicidad.
Gracias Carmen, ha quedado francamente ilustrativa, detallada y poética (¡qué fresquito más bueno que hace en tu casa!. Es que lo he sentido tal como lo leía)
Aunque, francamente, para poeta, Chus. ¡Que bonita poesía!
Quiero agradeceros las referencias bibliográficas que habéis enviado, pero os recuerdo que queda una pendiente: "Adictos a la justicia". Así quien se haya comprometido, que diga autor y editorial. Se agradecerá una breve reseña sobre su contenido.
Al final de este correo os remito el cuadro de los ejercicios para esta semana, así que manos a la obra, que mañana toca estado tipo "triste".
Bien, voy a "reportar" mi ejercicio de hoy: experiencia tipo "Feliz".
Pues resulta que he ido a mi acupuntora saliendo en mi moto a las 16:00 de casa, un calor que creo no recordar anteriormente en mi experiencia vital. ¿A que en la moto lo que se siente es airecito fresco? pues no, he hecho todo el viaje como si estuviese detrás de la turbina de un avión recibiendo todo el calor que genera la misma. ¿Esa sensación que sientes cuando vas andando por la calle y un aparato de aire acondicionado de un establecimiento te pega un bufido de calor? Pues muchísimo más fuerte, de frente y permanentemente. Haced la prueba la próxima vez que paséis por delante de uno de esos aparatos de aire acondicionado: paraos, poneos de frente a el y aguantad un rato.... Pues eso ha sido mi viaje a la acupuntora (y más).
Afortunadamente, mi acupuntora me quiere mucho y me ha colocado en una habitación con un bonito ventilador de madera en el techo, un cómodo colchón y musiquita relajante ¡bendita sea!. Le he contado lo de mi infección y me ha hecho un tratamiento adicional (creo), y al salir de la consulta he visto que sentía menos el calor (claro, después del repaso que me ha dado de moxibustión, quién no), tenía más energía, con ganas de hacer cosas y ciertamente con una especie de saborcillo a alegría, aunque ya esta mañana (ahora que recuerdo, incluso anoche) ya reí en algún momento con cierto nivel de soltura, dejándome llevar por el humor de as cosas.
He llegado a casa con ganas de hacer ese bautismo de buceo que se me resistió el domingo, así que mi hijo y yo hemos cogido el "baña", las aletas, las gafas de buceo, la moto -por cierto, ahora me doy cuenta de que he hecho una conducción muy alegre, sobre todo en las curvas-, y en 15 minutos en la "pila bautismal". Allí nos estaba esperando monseñor Emilio, que tras darnos el debido doctrinamiento, las consabidas amonestaciones y las no nada desdeñables indicaciones hemos sumergido nuestros cuerpos en un agua dulcemente tibia (para nuestros cuerpos, pero refrescante para la temperatura que disfrutábamos en esos momentos).
Ha sido una experiencia que no habíamos tenido nunca ni mi hijo ni yo y hemos disfrutado un montón, y a pesar de que ha sido poco tiempo no veas la buena sensación que nos ha dejado. Hemos tenido, al principio, problemas con tragar agua, pues se nos metía la misma por el tubo de respiración, pero una vez entendido, más o menos, el funcionamiento, hemos empezado a degustar el buceo, observando la geografía del fondo marino, con sus rocas(montes) y sus algas(bosques), con sus peces(aves) y algún erizo(erizo). Si la observación la hacíamos de cara al sol, se veía cómo entraba la luz del sol en el agua haciéndole perder su turbidez y daba vida a aquel espectáculo de rocas, algas y peces.
Lo de las aletas es un invento genial. Te mueves a una velocidad increíble y no te cansas. ¡Y no veas a la hora de bucear!, resulta que nunca había conseguido bucear bajo al agua "a pelo" pues el cuerpo emergía por sí sólo rápidamente y con las aletas te mueves por debajo del agua como un pez y has de buscar la salida hacia arriba pidiendo aire, que te asfixias.
¡Qué momento! No dolía nada, no existía infección, ni colitis ulcerosa, ni preocupación alguna (la moto, allí, abandonada, con las alforjas llenas de toallas, ropa, las mismas llaves de la moto, las llaves de casa, la documentación, las tarjetas de crédito, el dinero, ... ¡¡puag!! ... , ni una sola mirada, ni un mínimo pensamiento).
Como habíamos llegado tarde y estaba algo turbia el agua, al ocultarse el sol en la zona que estábamos, ha dejado de verse bien el fondo marino y hemos salido, pero con la sensación de:lo bueno y breve, dos veces bueno.
Lo bonito, sobre todo, ha sido compartir las mismas sensaciones con mi hijo, que también ha quedado maravillado de la experiencia
Pues sí, ha sido mi experiencia feliz del día.
Mañana más.
Buenas noches.
Angel
SEMANA del 24-8-2010 al 30-8-2010
Día | Destrezas sensoriales | Tareas |
24-08-2010 | Estado Tipo "Feliz" | Describir un ejemplo utilizando lenguaje con base sensorial |
25-08-2010 | Estado Tipo "Triste" | Describir un ejemplo utilizando lenguaje con base sensorial |
26-08-2010 | Estado Tipo "Nervioso" | Describir un ejemplo utilizando lenguaje con base sensorial |
27-08-2010 | Estado Tipo "Excitado" | Describir un ejemplo utilizando lenguaje con base sensorial |
28-08-2010 | Estado Tipo "Confundido" | Describir un ejemplo utilizando lenguaje con base sensorial |
29-08-2010 | Estado Tipo "Comprensión" | Describir un ejemplo utilizando lenguaje con base sensorial |
30-08-2010 | Escoge una que no lograste identificar o que encontraste difícil. | Describir un ejemplo utilizando lenguaje con base sensorial |